Ramadán y la visión de la Luna
La certeza del
avistamiento o no de la luna (cuarto creciente para el inicio y el fin de
ramadán), para cada zona de referencia, debe estar avalada por al menos dos
musulmanes íntegros y honorables, según la jurisprudencia islámica (fiqh).
Ibn ´Umar relató que
el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), refiriéndose a
Ramadán, dijo: “No ayunéis hasta ver la luna nueva, y no lo interrumpáis hasta
verla (nuevamente); y si el tiempo está nublado (y no la podéis ver)
calculadlo”.
En consecuencia, no
hay que referirse a Arabia Saudí u a otro país islámico, para saber la fecha
exacta del comienzo o el fin de Ramadán, como se suele hacer equivocadamente
desde hace ya demasiado tiempo.
Porque, como alguien
dijo muy bien: es inadmisible que en un mismo país encontremos personas que
ayunen siguiendo a Arabia Saudí, otros siguiendo a Argelia, otros a Marruecos…
¡es la anarquía!.
La observación de la
media luna (iltimâs al-hilâl) es una
obligación de cada comunidad (fard kifaya):
de noche (después de la puesta del sol), el 29 del mes de Sha´bân para el ayuno del mes de Ramadán, que permita decir si el
mes de Sha´bân tendrá un trigésimo
día o si se acabará en el vigesimonoveno; y de noche (después de la puesta del
sol), el 29 del mes de Ramadán para la ruptura, permitiendo decir si el mes de
Ramadán tendrá un trigésimo día o si se acabará en el vigesimonoveno, dando pie
así al mes de Shawwal.
Por tanto, hay que
decir para conocimiento de todos, que para esta zona de referencia en la que
vivimos, dicho avistamiento de la luna está avalado por sidi Yahya García
Olmedo (profesor titular de matemáticas en la Universidad de Granada, y editor
de la Hoja de Horarios del Salat para las ciudades de Sevilla y Granada, y
periferias), autoridad reconocida en este tema por los líderes musulmanes de
comunidades de Andalucía, quien no sólo constata dichos avistamientos
personalmente, sino que contrasta con otros profesionales en las zonas de
referencias próximas. Quienes una vez hecho el avistamiento informan de esto a
la autoridad responsable, quien a su vez comunica a todos el inicio y el fin
del ayuno.
En suma, sidi Yahya es
una autoridad en esto en Andalucía, y los líderes musulmanes (por tanto, muchas
comunidades), tienen en cuenta su juicio a este respecto. De esta manera se
conserva la tradición de que todo líder musulmán tiene su particular Comité de
Avistamiento de la Luna a lo largo y ancho de una zona de referencia, cuyos
profesionales determinan cuándo comienza y cuando termina el mes de Ramadán.
Así lo hace el reino de Marruecos, y así lo hace también, por cierto, Irán,
únicos países que han coincidido tanto en el inicio como en el fin de Ramadán
este año. El resto está al parecer a las órdenes de los árabes saudíes, en
particular, o en el caso de muchos musulmanes inmigrantes, de su país de
origen, en general, obviando todos ellos la jurisprudencia islámica (fiqh) en lo que respecta al avistamiento
de la luna.
A este respecto, cabe
reseñar una lúcida observación de sidi Yahya, a modo de introducir en este
contexto una reflexión muy interesante, venida a cuento respecto a cómo los
musulmanes se dan a todo tipo de justificaciones (incluidas aquellas que surgen
del sentimentalismo más banal) para abordar tanto el inicio del Ramadán, como
su fin, sin tener en cuenta que la lógica de la norma jurídica es que se inicia
y se termina con el avistamiento del cuarto creciente de la luna.
La lúcida observación
de sidi Yahya es la siguiente:
“La gente no termina
de entenderse porque conforme habla cambia sus axiomas lógicos y crea reglas de
inferencia propias buscando su propio beneficio”.
No le falta razón: a
veces algunos musulmanes cambian sus propios principios lógicos y se inventan
reglas que no aplicarían en otras ocasiones para intentar llevar razón,
pensando únicamente en su beneficio.
Así pues, el hecho de
que muchos (en su mayoría, oriundos de países islámicos) comiencen y terminen
el Ramadán porque así lo determina “la mayoría de los países islámicos” (una
justificación basada en un concepto ecuménico de lo más vago e inconsistente,
que prolifera perversamente por doquier), dice mucho de cómo está la ´ummah (comunidad de creyentes del
Islam).
En este punto, sidi
Yahya llega a decir incluso estar “desconcertado con los mil comentarios de
avistamiento en lugares inauditos. Esta ´ummah
no merece tanta fitnah (discordia,
excusa, extravío, desobediencia a Allah).”
El asunto del
avistamiento de la luna es bien simple. Por tanto, quien no lo sigue es un
mendaz.
“Te preguntan acerca
de las fases de la luna, di: Sirven para indicar a los hombres el tiempo [de
las prácticas de adoración, como es el caso del ayuno, etc.] y la
Peregrinación.” (Corán, Sura de la Vaca, 2:189)
Yasin Trigo